Las altas tasas de congestión en los puertos y los cuellos de botella a nivel interior están agravando la situación en la ruta que conecta a Extremo Oriente con el norte de Europa. Aproximadamente, son 101 días lo que un portacontenedor necesita para completar un itinerario ida y vuelta. Además, con 20 días de retraso a China, hace que las líneas navieras apliquen el blank sailing o cancelación de viaje.

Algunos buques han recurrido a saltarse sus recaladas para agilizar la recogida y entrega de la mercancía. Sin embargo, esto no es opción para todos, por lo que muchos han tardado, en promedio, un mes en finalizar su viaje.

“Los socios de 2M, Maersk y MSC, también sufren el aumento de los tiempos de espera en Europa, ya que sus retrasos medios en los viajes pasaron de 15 días en noviembre y febrero, pasados a 19 días”, indica el portal el Mundo Marítimo.

Al parecer, la causa de este problema es que falta mano de obra portuaria en Europa y hay escasez de camioneros, por eso, a medida que las grandes terminales se llenan de contenedores, los buques deben esperar en el fondeadero. De hecho, los cierres en Shanghái no han empeorado la situación, este puerto ha estado activo y los volúmenes de exportación a Europa ha disminuido porque se está entregando menos carga en las terminales.

Fuente: Mundomaritimo