Las cadenas de suministros y los costos de muchos productos siguen aumentando, por cuenta de los bloqueos de varios contenedores y puertos en China debido al COVID-19. De acuerdo con una investigación hecha por analistas del Royal Bank of Canada (RBC) una quinta parte de la flota mundial de portacontenedores se encuentra atascada en varios puertos importantes del mundo. Lo que supone graves problemas para el comercio.

El estudio también señala que la fiabilidad del arribo de los buques ha mejorado ligeramente en los últimos meses, pero el retraso global promedio por nave sigue siendo de 7.26 días, una cifra que rara vez supera los 4,5 días en tiempos normales.
Según consigna el medio Mundo Marítimo “los contenedores importados se dejan desatendidos en los patios hasta 12 días, en comparación con los cuatro días y medio antes del cierre. En tanto, el tiempo que tardan los buques en esperar un sitio de atraque en Yangshan ha aumentado a dos días, desde las 12 horas de fines de marzo”.

Otro problema es la escasez de trabajadores en el puerto de Shanghái, pues algunos funcionarios de la industria afirman que esta representa solo la mitad de la normal.

Adicionalmente, hay testimonios de comerciantes en China que dan cuenta que se han visto obligados a renunciar a Shanghái para concretar exportaciones porque los centros de almacenamiento tienen prohibido el transporte terrestre entre las ciudades. Incluso, en el puerto de Ningbo se promovió la iniciativa de reservar espacios, lo cual, en la vida real, es una gran dificultad.

Con el objetivo de solucionar esta problemática, las autoridades chinas tomado algunas medidas de contigencia, como otorgar más pases especiales para facilitar que los camiones circulen entre Shanghái y ciudades vecinas como Suzhou y Hangzhou. Sin embargo, puede que esto no sea suficiente en el largo plazo.

Fuente: Mundomaritimo